Lo que se conoce como la civilización griega, tiene sus orígenes formativos en la invasión y poblamiento de la península, las islas del mar Egeo y las costas del cercano oriente de grupos indoeuropeos denominados aqueos, dorios y jonios.
Tras el poblamiento inicial, la historia de la civilización helénica se desarrollará a través del predominio de las polis o ciudades – Estado a saber: minoica (siglos XIII- XII a.c), tiempos oscuros u homéricos (XII- VIII a.c), creto- micénica (siglos VIII – V a.c), ateniense o clásico (V – IV a.c), macedónico (siglos III – I a.c).
A partir de esa periodización histórica y dado los restos materiales del arte griego antiguo, se periodizó la evolución del arte griego dela siguiente manera: geométrico (siglos XII – VIII a.c), arcaico (siglos VIII – V a.c), clásico (silo V a.c) y helenístico (III a.c– I a.c).
El arte griego se ha expresado mayoritariamente en escultura y arquitectura quedando escasos vestigios en pintura, más de lo que ha quedado en su arte mobiliar.
Durante este período el arte griego se nos expone a través del arte mobiliar. Las vasijas o ánforas cuya función original era la de almacenar granos o líquidos, se pintaban en sus paredes exteriores, primitivamente con formas geométricas o rectilíneas y posteriormente con escenas de la vida del aristoi propietaria del objeto o mitológicas como lo es el caso de esta vasija.
Escultura.
Período arcaico. Durante el período arcaico se manifiestan los grandes antecedentes de lo que será la caracterización de la escultura griega. Los dos apolos o exponentes de la belleza en la escultura son la Korè y el kouros. En ambos el principio regidor de la representación es la frontalidad o hieratismo que se disimula con un leve movimiento del pie que representa la dinámica o movimiento de las figuras representadas. En ambos, las figuras pierden naturalidad en beneficio de la idealización escultórica. En ambas, está expuesto el concepto de belleza, en la Koré a través de la ornamentación y pliegues del vestido que se ajustan a la figura femenina y se relacionan con el peinado. En el Kouros, la representación de la belleza se determina en el estudio fisionómico del cuerpo masculino.
Período clásico. Con el esplendor de la civilización ateniense, la representación del movimiento en la escultura aumenta, ya que durante la acción se exponía la belleza del cuerpo y su anatomía durante la dinámica del movimiento. Por esto los dos principios regidores de la escultura griega del clásico son el rytmo y la symetria. Por el rytmo (ritmo), cada parte del cuerpo escultórico se constituía en una cadena de movimiento, mientras que con la symetria (simetría), se buscaba que ese ritmo corporal representado se expresara con equilibrio. Ambos principios, se representaban a través de curvas y contra curvas.
Período helenístico. Este período es el determinado por el contexto histórico del imperio alejandrino, que logró la mestización cultural durante su expansión imperialista. De ese modo la racionalidad y la objetividad del período clásico se pierden en beneficio de lo subjetivo y lo emocional del período helenístico. Esto queda expuesto en la dramatización escénica que implica la representación escultórica en un espacio determinado y tridimensional. La representación escultórica ya no expone la serenidad idealizante, ni la tensión del movimiento, sino la expresividad de la carga emotiva de lo representado.
Arquitectura. No es posible hallar restos de la arquitectura griega anterior al período creto – micénico, en el que aparece la puerta de los leones, en los que aparece los rasgos significativos de lo que va a ser la arquitectura griega: el uso de la piedra como elemento constructivo, la técnica de adintelamiento para el alzado y cerramiento del edificio, frontón triangular y cubierta de doble pendiente. Así mismo, la planta del edificio griego, será predominantemente rectangular (naos), salvo excepciones del teatro cuyo diseño partirá del circulo (tholos) o semicírculo. Al llegar al período clásico, la arquitectura adoptará alguno de los órdenes que la tradición le ha transmitido al arquitecto. El concepto de órden arquitectónico refiere al conjunto de elementos arquitectónicos relacionados armoniosamente a través de un estilo histórico (aqueo, dorio, jonio): columna, elementos de frontón y cerramiento.
Partenón.
Es el templo característico de la arquitectura ateniense y por lo tanto, del período clásico, construido por el arquitecto – escultor Fidias a pedido de Pericles, fue construido en tributo de la diosa de la ciudad de Atenas Palas Atenea. Es un edificio soberbio, robusto, que se define por su orden dórico: columnas sin basa con estrías separadas capitel geométrico, friso con triglifos. Es un templo períptero, ya que el frente se distinguen 8 columnas y está rodeado completamente por ellas. Su estructura interior estaba dotada de 3 secciones: pronaos, naos y opostidomo. En la parte central, es decir la naos, originalmente se ubicaba la escultura de Palas Atenea, toda hecha de oro a cuyos pies se disponía una pequeña fuente sobre a cual caía el reflejo de la luz solar proveniente de la abertura en el techo y que usaba a la estatua como reflector.
